Se trata de una novela de aventuras, las que llevaron a una generación a inventar el actual género de vida. Sí, porque no se crea nadie que esto que tenemos ahora llegó gratis, ni mucho menos, que hubo que pelearse con el sistema, con los profes del colegio, con los padres (en algunos casos), con los grises, aquellos policías antiguos de los abrigones hasta los pies... Y todo, ¿para qué? Pues para que 50 años después, es decir, en la actualidad, los hijos de aquella gente (y los nietos) sigan haciendo lo mismo que hacían sus predecesores: tomar copas, conducir a lo loco, decir majaderías y progreces... En fin, que no se ha adelantado mucho, y a ver si esta generación de ahora inventa algo, porque lo de los biquinis, los vaqueros, las minifaldas, las juergas y el rock and roll se inventó entonces.
En este libro se habla de ello, de cómo desde la más bajas cotas de la indigencia hemos alcanzado la tontuna que reina hoy en la calles. Todos mirando el móvil, lamentándose de la falta de oportunidades, llorando a lágrima viva acerca de lo mal que están las cosas... ¡Entonces os hubiera querido ver...!, corriendo delante de los guardias, yendo a tocar la guitarra a las playas (con las novias y la botella de vino, claro es), aguantando que te insultaran por la calle, ¡melenudo!, ¡estudiante...!, insultos de la época...
Y en fin, aquí acabo el rollo. El que quiera que descargue esta narración y se entere de cómo han sido las cosas. Esto se puede hacer gratis (gratis, como de costumbre), en el siguiente enlace,
que leer es muy instructivo aunque muchos piensen lo contrario. Luego no digáis que no os he avisado.
Como ilustración, y para que se vea cómo han cambiado las cosas (superficialmente hablando), aquí pongo un coche guai de la época:
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