Esta
cordillera, que paralela al mar Cantábrico recorre la costa norte española,
está literalmente cubierta de bosques (haciendo salvedad de algunas
barbaridades modernas que en su seno se han llevado a cabo). Las especies
principales son de hoja caduca, robles, hayas y castaños, árboles todos ellos
que cambian su color y aspecto en función de las estaciones: verdes y frondosos
en verano, amarillos y rojos durante el otoño, y desnudos y apagados en
invierno y buena parte de la primavera, hasta que, con la desaparición de los
fríos, retornan los brotes que de nuevo los cubrirán de hojas y frutos.
Las
mayores y más importantes zonas boscosas están en Cantabria (la enorme Reserva
Nacional del Saja) y Asturias (casi toda la provincia, pero en especial la
parte de Somiedo), y vale la pena acercarse a ellas para contemplar el bosque
de los cuentos infantiles (tapizado de riachuelos, musgos, helechos...) en todo
su esplendor, algo sin paralelo en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario